En esa época tenía 21 años y trabajaba para una importante cadena de supermercados, situada en el querido barrio de Monte Castro, como "jefe" de la sección de envíos a domicilio. Honestamente, es el día de hoy que no entiendo como acepté ese cargo (imagino que por falta de dinero) y cómo pude aguantar tanto tiempo a esos tipos.
Hablando de aguantes y des-aguantes, mi historia con respecto a la explosión del 2001 es bastante desagradable. El recuerdo de esa situación es algo que se mantiene aún de manera intensa en mi cabeza.
Recuerdo que en los pasillos del supermercado se hablaba de una inminente "amenaza" provincial, vaticinada por el alto mando del local que, a su vez, repetía como cacatúa lo que los comunicados oficiales de la central emanaban.
Es así que, al mejor estilo "Pandillas de Nueva York", nos entregaron trabavolantes, bates y palos para "defender el espacio de trabajo". Había que cuidar la fortaleza de la soledad.
Pasé, sin exagerar, 36 de las 48 horas que comprendieron el 19 y 20 de diciembre encerrado en ese local. ¿Cuál era el propósito? Qué más... defender el capital y los intereses de unos cuantos que, hoy, se siguen enriqueciendo descaradamente.
¿Por qué no me fuí? Honestamente, no tenía demasiada elección... o me quedaba o "me iban".
Lo peor del caso es que, el resto de los jefes que allí encallaron para defender a "La Patria" utilizaron colchones del local y se acostaron a dormir, mientras que a los más jóvenes (y yo estaba en la lista) nos hicieron trabajar...
Y allí quedé, prácticamente varado en un supermercado desierto que, además, no sufrió de ninguna Amenaza Fantasma. Sólo se escuchó un ruidito en un vidrio a las tres de la mañana. Calculo que fue algún gorrión desorientado.
Qué más decir... una tristeza enorme fue ver por la tv cómo la Plaza de Mayo se convertía en testigo de una masacre total. Del incendio de un país.
Una tristeza es hoy haber sido parte de esa ceremonia estúpida a la que asistí obligado. Una ironía total es que hoy esos sigan ahí mandoneando y manoseando.
Diego Cirulo
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