lunes, 19 de diciembre de 2011

"Algo raro estaba pasando: Racing estaba por salir campeón"

Lunes 17 de Diciembre de 2001. Para algunos como yo se definía mucho más que el destino político, social y económico del país. Se definía el torneo de fútbol en el que Racing podía salir campeón después de 35 años. Racing había ya vencido a Lanús y sólo faltaba una semana para el momento más trascendente de mi vida. La venta de entradas para el último partido con Vélez, me angustiaba más que la posibilidad de que confiscaran depósitos, devaluaran, declararan el estado de sitio o se cayera el gobierno.

El país no tenía destino ni futuro pero yo no tenía entrada para el día de la vuelta olímpica y esto sí que era una situación de crisis. No entrar a la cancha ese día no se parecía al fin; era el fin en sí.

Las entradas se pusieron a la venta el día miércoles 19 de diciembre. Sí, el mismo día en que se desataban los episodios.

Mientras el vocabulario del país giraba en torno a palabras como cacerolazos, corralito, blindaje, saqueos, devaluación; el mío lo hacía en torno a populares, reventa, conseguir una carnet de Vélez, colarse, coimear a un rati. La gente temía por el futuro del uno a uno; yo temía por el futuro del paso a paso.

Los noticieros iban de un móvil a otro para mostrar los disturbios y saqueos que sucedían en decenas de lugares del país y entre ellos se incluían las boleterías de la sede de Avellaneda de Racing Club.

La idea de ir a sacar la entrada como hijo de buen vecino se abortó rápidamente. Los disturbios escalaron en intensidad y magnitud cuando las entradas se agotaron a las pocas horas de iniciada la venta.

Ese miércoles por la tarde llegó el llamado providencial: “pasá a buscar por las oficinas de Blanquiceleste que te van a dar dos plateas; ah y garpalas”. 

El Jueves 20 de diciembre al mediodía era la hora pautada para retirar las entradas en las oficinas ubicadas en el microcentro. El trámite fue rápido tanto como llegar a ese lugar ubicado en un lugar imposible de la ciudad. No había tráfico, calles cortadas. Algo raro estaba pasando; Racing estaba por salir campeón.

Martín Romero

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